viernes, 11 de febrero de 2011

REPERCUSIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN MASIVO EN LA EDUCACIÓN

Lic. JOHAN K. ARIAS PRADA
Docencia Universitaria – Aula 504

Como sabemos, los complejos desafíos a los que se enfrenta la educación actual están fuertemente relacionados con el influjo penetrante de los medios de comunicación en nuestra sociedad. Como un aspecto del fenómeno de la globalización e impulsados por el rápido desarrollo tecnológico, los medios marcan profundamente el entorno cultural. De hecho, algunos afirman que la influencia formativa de los medios se contrapone a la de la escuela, e incluso a la del hogar.

Para muchas personas la realidad corresponde a lo que los medios de comunicación definen como tal, es decir, los medios de comunicación masiva tienen un papel socializador y, que los programas que se transmitan, influirán en la concepción que se tiene de la realidad.

Ante esta eventual relación uno se pregunta:

¿Por qué  los medios de comunicación optan por contenidos poco favorables para nuestra sociedad, guiándose tan solo por el rating o la cantidad de anunciantes en sus espacios?

La respuesta es simple, tan solo interesa la cantidad de consumidores que obtengan por sus espacios, sean estos televisivos, radiales, periodísticos, etc., y no la calidad que se pueda transmitir.

No existe una correcta relación directa entre medios de comunicación y su rol en la sociedad y educación, siendo este uno de los problemas más importantes en nuestra sociedad.

Uno de los propósitos de la educación peruana, propuesto por el Ministerio de Educación, es  “desarrollar una identidad personal, social y cultural en el marco de una sociedad democrática, intercultural y ética en el Perú”. Para lograr ello se decretó la Ley General de Educación Nº 280044 en el año 2004 basado en la necesidad de promover el desarrollo de la educación nacional a través de una correcta articulación de las áreas y de una restructuración del Diseño Curricular Nacional (DCN).

Esta reforma educativa se basa en los requerimientos que exigen este mundo globalizado y las necesidades que presenta nuestra sociedad, pues como sabemos los educandos están inmersos en un sinnúmero de mensajes, donde muchos de ellos son nocivos y alienantes; es por ello, que la participación del Estado en una educación de calidad formadora de personas íntegras es primordial y necesaria.

También hay que recordar que en el artículo 14 de la Constitución Política del Perú se menciona que Los medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral y cultural”. En este apartado se reconoce el rol socializador y educativo de los medios de comunicación. Pero, en la realidad, este artículo no se cumple a cabalidad.

En estos últimos gobiernos democráticos se  observa un desinterés por la educación por parte del Estado, no logrando expresar las exigencias del mundo globalizado en el cual vivimos. Siendo esto visible, pues el Perú se encuentra en los últimos niveles en calidad educativa en Sudamérica.

Es por eso que, el Estado, debe promover la creación de programas culturales y educativos para revertir esta situación; y por ello se hace necesaria una inversión estatal mayor, en conjunto con la empresa privada, permitiendo que estos programas sean un medio para la educación de la sociedad sin dejar de lado la dignidad de la persona y el derecho a la propiedad privada de las empresas; para lograr así, ciudadanos críticos y conscientes, y firmes defensores de una sociedad democrática.
Por lo tanto, se ve necesario que estos programas que surjan tengan facilidades (tributarias, legales, económicas, etc.) para su creación de acuerdo a lo que fije la ley.

Tanto en la Constitución y la Ley General de Educación se promueven los espacios educativos que permitan elevar el nivel cultural, artístico y científico de las personas como una inquietud del Estado en el desarrollo de sus ciudadanos; pero, en la realidad, no se observa la participación de este en estos hechos, sabiendo es que, es el Estado el ente que debe velar por el desarrollo de sus ciudadanos en todos sus aspectos, y es en la Educación, donde se logra el desarrollo integral de la persona humana al potenciar todas sus capacidades.


Es por eso que el Estado debe reconocer su rol educador en la formación de ciudadanos democráticos y  activos en el desarrollo nacional, y la labor de las empresas en la promoción de espacios educativos en los medios de comunicación que hagan factible un mayor conocimiento del país y de la cultura nacional. Pero, para lograr estos fines es necesaria una coordinación entre el Estado y las empresas privadas; así como, la viabilidad de estos objetivos, teniendo como base  incentivos concretos y factibles que pueda generar el Estado a las empresas que promuevan espacios educativos en sus medios de comunicación.

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